La centenaria marca de cerraduras y puertas acorazadas, Point Fort Fichet, ha presentado su nueva campaña La llave de tu seguridad en la que destacan que los mejores momentos de la vida ni se compran, ni se venden. Con ello pretenden recuperar el posicionamiento en la mente del consumidor que ya tuvieron con anterioridad, pero con un concepto totalmente renovado y un mensaje que se diferencia al que nos tiene acostumbrado el sector.
Para el lanzamiento de la campaña y el renacer de la marca, publicitariamente hablando, han elegido esta última fase del año, no por casualidad. Desde 2007, se ha producido un incremento del 70% en robos en domicilios siendo los períodos vacacionales cuando más se concentran dichos delitos. Se aproximan las fiestas navideñas y estas se han convertido en un verdadero festín para los ladrones de hogares. Por esta razón, la firma propone proteger bien la intimidad porque “cuando protegemos algún bien no sólo estamos protegiendo su valor material, sino estamos asegurando principalmente el valor intangible, incalculable e inigualable de las cosas que hemos vivido y sentido dentro de nuestro espacio” afirman desde la marca.
Las técnicas de robo de los ladrones se han sofisticado y el tiempo de permanencia en la vivienda se ha reducido. Si a esto se le suma la llegada de las fiestas, las comidas y cenas fuera de casa, o las vacaciones de muchos en dichas fechas, la mayoría de los hogares quedan expuestos a un asalto en el que, en muchas ocasiones, puede incluso llegar a usarse la fuerza. Tampoco se debe olvidar que, en la mayoría de los robos en domicilios, los ladrones entran por la puerta. Por ese motivo, la mejor manera de proteger las residencias es invirtiendo en una puerta acorazada. En este sentido, últimamente se han multiplicado los casos en los que los clientes se deciden por puertas acorazadas de alta seguridad.
La marca Point Fort Fichet, líder en el mercado de la seguridad y con más de 100 años de experiencia, explica que la diferencia entre una puerta de acceso normal y una puerta acorazada está en el tiempo, ya que el secreto de la seguridad en una puerta de acceso está en el tiempo que tienen que invertir los intrusos en violar su seguridad. En el caso de las puertas acorazas, el tiempo necesario para forzar su apertura aumenta considerablemente. Para ello la multinacional francesa somete todos sus productos a los ensayos realizados de forma externa por el Centro Nacional de Prevención y Protección (CNPP) con el objetivo de lograr las certificaciones más exigentes que existen en la actualidad.
¿Qué debe tener una puerta acorazada?
La puerta acorazada perfecta debe tener un cerco de acero bien asentado sobre la pared, ya que suele ser de madera en aquellas puertas que no son acorazadas y esto facilita la labor de los ladrones. Igualmente, es de vital importancia el número de pestillos, tanto por la línea de la cerradura como la línea de las bisagras, ya que de esta manera la puerta tiene mayor resistencia contra el robo; también se debe prestar atención al grosor del blindaje de la hoja. Para terminar, el elemento más importante a la hora de proteger la puerta de acceso es el cilindro, ya que es el principal punto de ataque por parte de los ladrones. Es en este último punto dónde Point Fort Fichet ha destacado siempre, centrando sus esfuerzos en desarrollar conceptos revolucionarios y exclusivos que le ha supuesto la merecida fama. En la actualidad, su buque insignia es la llave denominada F3D, una llave con tallado láser tridimensional junto con un cilindro de seguridad específico que hace que las cerraduras de la marca sean actualmente las más seguras del mercado. Por último las puertas acorazadas Point Fort Fichet ofrecen además una triple protección: resistencia al fuego, aislamiento acústico y asilamiento térmico.
Point Fort Fichet cuenta con una red de distribución exclusiva especializada en seguridad que atiende al cliente de forma personalizada. Estas navidades, aquellos que dispongan de una puerta acorazada, podrán disfrutar de unas fiestas con familiares y amigos, sin necesidad de preocupación.
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